martes 14, enero 2025

Acomodando los melones.

BriefTDF

Comenzó el año político en Tierra del Fuego con los distintos discursos políticos y muchos ejecutivos inician sus años Legislativos con sus actividades y las promesas de lo que se tiene que hacer, salvo en la ciudad de Río Grande qué, por una pequeña discusión de poder, no se realizó como se venía haciendo desde el inicio de su vida republicana.

Igualmente, siempre lo más jugoso es el final. Cuando las autoridades se aflojan en lo protocolar y comienzan a sonar los flashes para despertar muchas suspicacias. Cuando los habidos fotógrafos, por experiencia propia o por pedido, inician su labor para capturar imágenes, algunos buscando «LA FOTO» y otros escapando del flash.

Y ahí comienza el acercamiento del político al profesional de la fotografía murmurando: «borrame esta foto por favor», o la otra más conocída: «me pasas la copia de esta última», según me comento un amigo del la impresión fotográfica.

Ahora, dentro del análisis de cada uno, es lógico que hay muchos que cuando comienza un año de semejante carga política, desean o necesitan dialogar o generar otra conversación con referentes de la oposición o del oficialismo.

Cuando un año político arranca con semejante vértigo es necesario «tejer» amistades, en el buen sentido de la palabra. Esas amistades políticas que están cerebralmente analizadas para un posible futuro de un candidato o el referente del sector. Y es ahí cuando los «melones» comienzan a juntarse o acomodarse. Según me dijo una vez un «conocido»: En política no te tenes que pelear con nadie y siempre hay que saber dejar un hilo conductor para cuando se lo necesite.

Y cuando uno ve esas fotos, tenes que saber sacar tus conclusiones. Porque sino sabes obtener una interpretación de una foto o analizar cómo viene la mano, se te pueden pudrir todos los melones.

«El objetivo del diálogo es el de penetrar en el proceso del pensamiento y transformar el proceso del
pensamiento colectivo. La pérdida del respeto, la tolerancia, la empatía, ha
fracturado el diálogo, sin valores no hay entendimiento, se genera el caos.
Dialogar no es sinónimo de imposición, si en verdad nos interesa dialogar
debemos tener la capacidad de escuchar opiniones a favor y en contra de
nuestras formas de pensar, sin juzgarlas o desacreditarlas porque nos parezcan
absurdas».

Algo es sabido y es que no podes bajo ningún tema cortar el diálogo político. Por eso siempre hay que saber dejar «una puerta abierta» por lo que pueda pasar en el futuro y saber cuál es el momento para aunar y en que momento enfrentar.
En estos momentos delicados de la vida institucional de la Argentina y de la Provincia, es momento de construir y unir lazos.

El tiempo de enfrentar o destruir, será para más adelante.

El “ahora” es para la gente.  

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