Diputados kirchneristas que participaban de la manifestación contra la Ley Bases en las inmediaciones del Congreso fueron agredidos por agentes de las fuerzas federales que participan del operativo y custodian el perímetro del Congreso de la Nación.
Cerca de las 13.30, la columna de policías y prefectos que rodea el edificio donde se debaten las reformas impulsadas por el presidente Javier Milei avanzó sobre los manifestantes y los obligó a replegarse sobre la avenida Callao, hacia el norte. En ese contexto, los legisladores Andrea Freites, Carlos Castagnetto, Jorge Araujo, Juan Manuel Pedrini, Carolina Yutrovic y Luis Basterra denunciaron golpes y ataques con gas pimienta.
Minutos más tarde los seis ingresaron en la guardia del Hospital Santa Lucía por problemas en la visión. “Fue muy fuerte, tiraban en la cara, de a cinco agentes contra uno”, comentó a Infobae un colaborador del diputado porteño Valdés, que lo acompaña en la guardia.
La represión policial comenzó con un frente conjunto de la Federal y Prefectura que intentaba despejar la multitud que ya había tomado, inevitablemente, la avenida Entre Ríos, justo en la cuadra bajo el Congreso. Hasta ese momento y durante toda la mañana esa cuadra había estado despejada, y la gente contenida por la valla que “cerraba” el frente de la Plaza y cordones policiales sobre Yrigoyen y sobre Rivadavia.
Sin embargo, con el paso de las horas fue llegando mucha más gente y se hizo imposible evitar que se acumularan en este espacio vacío, sin perder la actitud pacífica. En ese momento que avanzó el cordón de Prefectura, Castagnetto, junto a otros compañeros de Unión por la Patria, se paró frente a los agentes, que no tenían pensado detener la marcha. “Les pedimos que avancen, a los efectos de moverse a la plaza”, repetía un policía con un megáfono. Castagnetto no se movió y fue atacado con gases.
El diputado fue sacado de allí por un grupo de rescatistas vestidos con mamelucos naranjas y dispuestos allí de manera voluntaria para este tipo de eventualidades y metros más atrás, hacia el norte, fue asistido. Sufrió convulsiones y una fuerte irritación en la piel de la cara, como si la tuviera quemada. Por eso, junto al resto de legisladores, fue trasladado al Santa Lucía.